1. ¿Por qué firmas con el pseudónimo de Blue Jeans y de donde sale?
Blue Jeans es el nick que utilizaba en los foros en la red. Lo tomé de una canción del grupo Sqeezer que se llama así (http://www.youtube.com/watch?v=uIN48CE6L_I). Sonaba el día que me metí en estos mundos y me gustó como sonaba el título. Luego, seguí con este sobrenombre en Fotolog. A Everest le gustó cuando decidió publicar la novela y como todos en las Redes sociales me conocían como Blue Jeans, con el pseudónimo me quedé. Y estoy contento por ello.
2. ¿Habrá tercera parte? ¿Para cuando?
Sí, habrá. Se llamará “Cállame con un beso” y será el final de la historia. Aún no tenemos fecha de publicación. Me queda todo el verano escribiendo.
3. ¿Cómo se te ocurrió empezar “Canciones para Paula”?
Antes de comenzar a escribirla, varias editoriales me habían rechazado una novela de misterio a la que puse mucha ilusión. No sabía si valía o no para esto. Entonces, aproveché el momento de las redes sociales, que en junio del 2008 sobre todo usaba gente joven. Día a día subía un capítulo de CPP y poco a poco la gente se iba enganchando y me pedía que siguiera escribiendo. Todo fue creciendo rápidamente y de manera asombrosa.
4. ¿Te sientes identificado con alguno de los personajes?
Los tres chicos de la primera parte tienen cosas mías, aunque no dejan de ser personajes de ficción. Es verdad que hay algunas cosas que he hecho yo personalmente, como lo de los cuadernillos o que hay semejanzas con mi vida en ciertos aspectos, pero la mayoría es ficción.
5. ¿Habrá película de Canciones para Paula?
Estamos contemplando esta posibilidad. Ojalá, por mí no hay problema y sería divertido ver CPP en el cine. Dependerá de que alguna productora se interese y presente un proyecto interesante a la editorial.
6. ¿Qué pasará después de CPP?
Estoy muy centrado en Cállame con un beso. Ahora mismo pienso solo en terminar la novela en los plazos que tengo para hacerlo. Luego, ya veremos. Espero continuar escribiendo novelas juveniles.
7. ¿Te gustaría escribir otro tipo de novelas?
Me siento cómodo en este género. Y creo que debo continuar en él. Tengo la novela de misterio ahí guardadita. Espero conseguir publicarla algún día también. Igual les gusta a las madres y padres de las seguidoras de CPP.
8. ¿Vas a venir a...?
De momento no voy a hacer más firmas. El verano será para escribir. He estado en treinta ciudades en un año y pico y necesito parar un poco. Cuando termine CC1B continuaremos viajando y espero visitar ciudades en las que aún no he estado como Coruña, Murcia, Santander, Cádiz, Ciudad Real...
9. ¿Cómo puedo contactar contigo por la red?
Tengo 135 cuentas de tuenti. Tres de ellas más personales, dos llenas. El lugar más sencillo para dar conmigo es Francisco Fernández González (foto principal una mía con un osito de peluche). En Facebook, soy Francisco de Paula Fernández y en Twitter, @franciscodpaula. A parte están las páginas oficiales en Facebook, Tuenti y twitter (@CpPaula) y nuestra web www.cancionesparapaula.com. Contesto a todo siempre que puedo.
10. ¿Cuál es tu personaje favorito?
A todos les tengo el mismo cariño. Soy más de escenas que de personajes. Con los dos finales me lo pasé genial y escribiendo el primer beso entre Paula y Ángel también.
11. ¿Cuánto tiempo le dedicas al día a todo esto?
Muchísimas horas. Vivo 24 horas pendiente de Canciones para Paula y todo el mundo que se ha generado entorno a él.
12. ¿Qué te parece que te comparen con Federico Moccia?
Genial. Un honor. Ojalá vendiera yo los millones de libros que ha vendido él, aunque no me puedo quejar, la verdad. Me parece un tipo muy simpático y que ha vuelto a relanzar la novela juvenil romántica. Me gusta su estilo, porque yo siempre he escrito parecido a como lo hace él: Frases cortas, capítulos cortitos con final intrigante, personajes muy definidos... aunque no es un referente para mí, sí que lo admiro. Incluso, yo mismo, le he regalado personalmente Canciones para Paula e intercambiamos correo electrónico. Todas las referencias que tengo de él son buenísimas.
13. ¿Cómo surgió la idea de la canción “Grita que me quieres”, BSO de Canciones para Paula?
Fue un gran amigo mío, Jaime Roldán, el que tuvo la idea. Hablamos un día por teléfono y me lo propuso. Jaime es un genio. Él compone canciones para muchos artistas y en quince días, junto a Jesús Domínguez, ya tenía la letra, la música y la cantante. Los dos pensamos en Robin para el tema, una cantante sevillana con una voz muy dulce. “Grita que me quieres” ha sido un éxito entre las seguidoras de CPP.
14. ¿Sólo leen tus libros chicas adolescentes?
Al principio, la mayoría eran chicas entre 14 y 18 años. Pero con el tiempo la franja de edad se ha extendido por arriba y por abajo. A las firmas, incluso vienen niñas de 11 y 12 años y universitarias enganchadas a los libros. También las madres se han unido a la aventura CPP. Ellas leen para ver que hacen sus hijas pero también para recordar sus años de adolescencia. Además, cada vez, más chicos leen Canciones para Paula.
15. ¿Te ha cambiado la vida después de cumplir tu sueño?
Sí, por supuesto. Mi vida es completamente diferente. Ahora todo es felicidad. Estoy en el momento más dulce de mi vida y me siento feliz. Sé que me queda mucho que aprender, que tengo que mejorar. Y los pies no se pueden separar del suelo. Me lo tomo todo con tranquilidad y con la mayor humildad. Estoy además, muy alegre por la gente que me quiere y que me ha apoyado durante este tiempo.
16. Un consejo para los que se quieren dedicar a escribir.
Paciencia, tranquilidad y no obsesionarse con publicar. Todo tiene su momento y las cosas hay que hacerlas poco a poco. Lo importante es divertirse escribiendo, hacerlo porque necesitas hacerlo. Publicar tiene que ser un premio, no el principal objetivo. No es sencillo, aunque si yo lo he logrado... cualquier persona puede conseguirlo.
domingo, 26 de junio de 2011
GIRA DE FIRMAS POR EL NORTE: FIN DEL TRAYECTO
El jueves 23 de junio cerré la gira de firmas que comenzamos allá por el lejano mes de diciembre: Valladolid, Gijón, Oviedo (dos veces), Valladolid, Alicante, Valencia, Salamanca, San Sebastián de los Reyes, Vigo, Logroño, Cáceres, Barcelona, Almería, Granada, Torredonjimeno, Sevilla (dos veces), Córdoba, Zaragoza, Madrid (cuatro veces), Vitoria, Bilbao y Pamplona. Es para no creérselo. Hace menos de dos años nadie sabía que existía, quien era yo, y publicar un libro era una quimera. Y unos meses más tarde he recorrido toda España firmando cientos de libros y recibiendo el cariño y el apoyo de los seguidores de las novelas. Es un sueño.
21 Junio: Vitoria.
Tengo que reconocer que antes de este viaje no las tenías todas conmigo. Estaba cansado de los miles de kilómetros que llevo hechos este año y lo que me apetecía era parar y centrarme en el nuevo libro. Así que cuando el martes me desperté a las seis de la mañana, recién llegado de otro viaje de varios días, lo que menos me apetecía era pasar otros tres días fuera de casa sin parar de un lado para otro.
Sin embargo, en cuanto llegué a Vitoria todo se me pasó y de nuevo afronté la experiencia con la mayor de las sonrisas.
No conocía ninguna de las ciudades a las que iba a ir en esta visita por el Norte. Y tengo que decir que las tres me encantaron. Además, la gente es muy noble, muy natural y nos trató de forma espectacular.
Le tengo que dar las gracias en primer lugar a la editorial Everest por darme esta oportunidad. No solo por estos últimos días, sino por haber apostado por mí durante estos meses. Después, a Nuria, que me ha acompañado en esta aventura y tan bien se ha portado conmigo. Y finalmente, a los comerciales y delegados de cada zona. En esta ocasión, me permito particularizar en los tres que me han hecho la vida tan fácil en estos tres días: Aitor, José Ángel y Fernando. Tres personas sensacionales y con quienes lo he pasado fenomenal. Ha sido todo mejor gracia a ellos.
A Vitoria llegamos con prisas como siempre. Y después de una entrevista por teléfono para la COPE en el tren, cuando llegamos a la ciudad nos fuimos volando a los estudios de Onda Cero. Entrevista muy entretenida con Maider y para la librería Elkar, donde la tele local y el Diario de Noticias esperaban.
Esto de los medios de comunicación... soy licenciado en periodismo y suponía hace unos años que yo estaría en el otro lado. Sin embargo, me he acostumbrado bien a las entrevistas, las fotos... no es sencillo para alguien introvertido como yo. Pero comprendo que es parte del “trabajo” que ahora hago y lo intento llevar con la mayor naturalidad posible.
Tras una ligera comida con Aitor y Nuria, a base de ensaladas, revueltos y verduras, me quedé un rato haciendo cosas con el PC. Tenía material atrasado y necesitaba organizarme un poco. Aproveché el WIFI del lugar en el que comimos, mientras Nuria daba un paseo por la ciudad y Aitor solucionaba unos asuntos de trabajo.
Y a las 18.00 firma en Elkar.
Es sorprendente toda la gente que sigue yendo a las presentaciones. Incluidas tres madres, que en esta oportunidad, suplieron a sus hijas que estaban de viaje de fin de curso a Salou. A las chicas vitorianas les costó preguntar, pero luego en la firma fueron de las más simpáticas de todas las que han venido a las firmas. Hasta me llevé alguna idea para Cállame con un beso de un grupito de cuatro jovencitas a las que estoy muy agradecido. Gracias a todas!!!
Y no solo asistieron adolescentes, como se suele pensar. A las firmas cada vez vienen más universitarias!!
Fue un gran día.
Nada más terminar, cerca de las 20.30, nos esperaba José Ángel, que en coche nos llevó hasta Bilbao. Aunque antes... cenamos.
¡Madre mía lo que cenamos!
Aún estoy lleno de todo lo que comimos en un restaurante en el monte desde donde se ve toda la ciudad. Aquella chuleta gigantesca y aquel codillo... uff. Sudores cada vez que pienso en ellos.
Menos mal que el Hotel estaba cerca y pronto nos fuimos a descansar.
22 de junio: Bilbao.
Tras pasar calor en Vitoria, más de treinta grados, el miércoles despertamos con menos de veinte y una lluvia tímida que agradecí sobre manera. Qué alegría de clima.
Nuria y yo desayunamos en el hotel donde después nos recogió Fernando, otro de los comerciales de la casa. Un gran tipo con el que disfruté muchísimo.
Los tres dimos un paseo por Bilbao hasta llegar a la librería Elkar. Allí más entrevistas, de Radio Euskadi, Gara, EFE... y conocí a Chantal, nuestra embajadora CPP en Vizcaya. Una chica majísima, que además, le encanta el deporte. Especialmente, el tenis y el básket. Los dos somos Nadalistas, aunque ella en grado máximo.
Sobre las dos, comimos en un restaurante italo-asiático. A mí la comida japonesa no me gusta, así que me decidí por unos canelones, que estaban bastante ricos. Desde que me intoxiqué con unas ostras hace unos años, no tolero nada que sabe un poco a mar.
Luego, cogimos el coche de Fernando y subimos hasta uno de los montes que rodea Bilbao para ver la ciudad desde arriba. Me entusiasmó la ciudad, que esperaba más grande y menos moderna. Es pequeña comparada con otras grandes capitales españolas, pero tiene un encanto especial. Volveré, sin duda.
A las 18.00 teníamos programada la presentación en la librería. Llegamos un poquito antes. Y mientras las chicas iban apareciendo y llenando las sillas, Chantal y yo nos quedamos un rato hablando de libros. Ha leído muchísimo. Y la envidio. Me encantaría tener tiempo para leer, pero ahora mismo es imposible. Cuando tenga un año tranquilo me dedicaré de nuevo a devorar novelas. Las de Laura Gallego serán las primeras. Tengo curiosidad. Apenas he leído libros juveniles, pero creo que va siendo hora de que me ponga al día, ya que me he metido en este mundo.
La charla con los chicos de Bilbao fue más movida que la de Vitoria, en especial, por un grupito de niñas de once años que estuvieron divertidísimas. Además, había unos chicos amigos de ellas, de la misma edad, que alborotaron un poco la sala.
A las 20.15 nos metieron prisa en la librería para que termináramos, que tenían que cerrar. Y fin a una nueva firma. La trigésimo no sé cuantos.
Nos despedimos de Chantal, después de hacernos unas fotitos y al hotel a descansar, no sin antes cenar un pincho de tortilla en un bar del centro.
Bilbao quedará dentro de mi cabeza como uno de los mejores lugares en los que he estado este año.
23 de junio: Pamplona
Jueves. Último día de la gira CPP. Y mirando atrás, parece que Valladolid, en diciembre, recién salido “¿Sabes que te quiero?” está a años luz. Y no, solo hace seis meses. Pero han pasado tantas cosas...
Nos levantamos tempranito. Desayunamos en el hotel, por cierto genial el nuevo Sercohotel de Bilbao, y en autobús para Pamplona.
Era raro que no pasara nada en este viaje. Demasiado tranquilo. Y de repente, me doy cuenta de que no llevo el carnet de identidad en la cartera. Falsa alarma. Abrí la maleta en medio de la estación de autobuses y en el bolsillo del pantalón que me puse dos días antes, allí estaba. Susto, nada más.
En Pamplona nos esperaba Aitor, que no había dormido mucho porque su hija de un mes, no le había dejado. Aprendí mucho de bebés en la conversación que él y Nuria mantuvieron mientras tomábamos un café en un local cercano a nuestro hotel en tierras navarras. Ya me tocará a mí algún día...
A las 13.30 habíamos quedado con Andrea, la embajadora CPP de Pamplona. Así que teníamos tiempo aún de pasear por la ciudad. Me enseñaron las calles por las que corren los toros en San Fermín. Incluso, entramos en la librería La casa del Libro y Carmelo, un tipo extraordinario, autor de Everest también, me regaló su libro sobre una de las fiestas más populares del país. No voy a engañar a nadie, no soy taurino y los San Fermines no los sigo. Pero este hombre me transmitió un buen rollo tan grande que lo acepté encantado. Hasta me hice una foto con él y le dediqué un marcapáginas para sus sobrina que es una gran seguidora de “Canciones para Paula”. Le regalaré el libro a mi padre, que sí que le encantan estos temas.
Con Andrea y Marta, su amiga que la acompañó, nos reunimos en el Gaucho, el restaurante de otro autor de Everest, que también me regaló dos libros dedicados. La verdad es que todo el mundo me trató fenomenal en Pamplona. Nos comimos unos pinchos riquísimos, especialmente el de roquefort, y nos tomamos un mosto (bueno, yo no. Yo agua, como siempre).
No estuvimos mucho tiempo en el Gaucho porque teníamos mesa reservada en Niza, un restaurante moderno donde comimos genial. Allí los cinco pasamos un rato muy agradable y me dio tiempo a conocer un poco más a Andrea, una chica extraordinaria y a su amiga Marta, que hizo de coembajadora. Gracias por todo, chicas.
Después de comer, caminata por Pamplona, mira que andamos en cada ciudad que visitamos, y al Corte Inglés donde teníamos la presentación. Nos fuimos con una hora y pico de antelación ya que Nuria había cerrado dos entrevistas.
Paula, del Diario de Noticias de Navarra, y Silvia, del Diario de Navarra, me entrevistaron. Al día siguiente, ambos medios sacaron una página cada uno con la noticia de la presentación de ¿Sabes que te quiero? en Pamplona. Siempre es bueno para nosotros salir en la prensa o en la radio. Esta vez, además, acudió la tele, Popular TV, que nos hizo unas preguntas a Andrea y a mí antes de empezar.
Cinco minutos antes de comenzar, solo había diez personas en la sala que nos había habilitado el Corte Inglés y tuve un poquito de miedo de que en la última firma de la gira no hubiera mucha gente. Sin embargo, poco a poco fueron llegando y Pamplona se convirtió en el lugar del Norte donde más seguidoras acudieron. Soy feliz con que solo una persona se acerque a nuestras firmas, pero ver las salas llenas, da un plus de motivación y de imagen.
A las 20.30 terminamos.
Era el final de la gira CPP.
Y con él un cúmulo de sensaciones contrapuestas. Felicidad por el trabajo bien hecho, tristeza por poner el cierre a una experiencia tan increíble, ansiedad porque ahora me toca escribir sin parar... muchas cosas.
Nos despedimos de Andrea, Marta y Aitor, y Nuria y yo nos fuimos al hotel. Como no tenían servicio de habitaciones, decidimos irnos a cenar a la calle. Subimos un momento a la habitación y mientras la esperaba vi por la puerta de cristal del hotel como pasaban cuatro de las chicas que habían ido a la presentación. Las saludé, hablamos y terminamos los seis cenando en un Pans de la ciudad. Fue un rato muy divertido con Nerea, Andrea, Amaya y Adriana.
A las 22.45 llegamos de nuevo al hotel y a dormir.
Antes me despedí de Nuria ya que cogíamos trenes diferentes a la vuelta y ya no nos volveremos a ver en el verano. Se ha portado genial conmigo y espero que la promoción de Cállame con un beso sea tan genial como ésta.
Y así transcurrió el final de la gira de firmas.
Estoy cansado aún. Son muchos viajes, muchas horas de tren, avión, esperas, entrevistas, firmas... ser el centro de atención desgasta, sobre todo para alguien introvertido y tímido como yo. Pero lo llevo lo mejor posible y con la mejor de las sonrisas. Espero haber estado a la altura.
Ahora empieza una nueva etapa: dos meses en los que me dedicaré en cuerpo, alma y pensamiento casi en exclusividad a Cállame con un beso. Será duro. Una agonía dulce. Pero merecerá la pena. Seguro que sí.
Hasta la próxima!
21 Junio: Vitoria.
Tengo que reconocer que antes de este viaje no las tenías todas conmigo. Estaba cansado de los miles de kilómetros que llevo hechos este año y lo que me apetecía era parar y centrarme en el nuevo libro. Así que cuando el martes me desperté a las seis de la mañana, recién llegado de otro viaje de varios días, lo que menos me apetecía era pasar otros tres días fuera de casa sin parar de un lado para otro.
Sin embargo, en cuanto llegué a Vitoria todo se me pasó y de nuevo afronté la experiencia con la mayor de las sonrisas.
No conocía ninguna de las ciudades a las que iba a ir en esta visita por el Norte. Y tengo que decir que las tres me encantaron. Además, la gente es muy noble, muy natural y nos trató de forma espectacular.
Le tengo que dar las gracias en primer lugar a la editorial Everest por darme esta oportunidad. No solo por estos últimos días, sino por haber apostado por mí durante estos meses. Después, a Nuria, que me ha acompañado en esta aventura y tan bien se ha portado conmigo. Y finalmente, a los comerciales y delegados de cada zona. En esta ocasión, me permito particularizar en los tres que me han hecho la vida tan fácil en estos tres días: Aitor, José Ángel y Fernando. Tres personas sensacionales y con quienes lo he pasado fenomenal. Ha sido todo mejor gracia a ellos.
A Vitoria llegamos con prisas como siempre. Y después de una entrevista por teléfono para la COPE en el tren, cuando llegamos a la ciudad nos fuimos volando a los estudios de Onda Cero. Entrevista muy entretenida con Maider y para la librería Elkar, donde la tele local y el Diario de Noticias esperaban.
Esto de los medios de comunicación... soy licenciado en periodismo y suponía hace unos años que yo estaría en el otro lado. Sin embargo, me he acostumbrado bien a las entrevistas, las fotos... no es sencillo para alguien introvertido como yo. Pero comprendo que es parte del “trabajo” que ahora hago y lo intento llevar con la mayor naturalidad posible.
Tras una ligera comida con Aitor y Nuria, a base de ensaladas, revueltos y verduras, me quedé un rato haciendo cosas con el PC. Tenía material atrasado y necesitaba organizarme un poco. Aproveché el WIFI del lugar en el que comimos, mientras Nuria daba un paseo por la ciudad y Aitor solucionaba unos asuntos de trabajo.
Y a las 18.00 firma en Elkar.
Es sorprendente toda la gente que sigue yendo a las presentaciones. Incluidas tres madres, que en esta oportunidad, suplieron a sus hijas que estaban de viaje de fin de curso a Salou. A las chicas vitorianas les costó preguntar, pero luego en la firma fueron de las más simpáticas de todas las que han venido a las firmas. Hasta me llevé alguna idea para Cállame con un beso de un grupito de cuatro jovencitas a las que estoy muy agradecido. Gracias a todas!!!
Y no solo asistieron adolescentes, como se suele pensar. A las firmas cada vez vienen más universitarias!!
Fue un gran día.
Nada más terminar, cerca de las 20.30, nos esperaba José Ángel, que en coche nos llevó hasta Bilbao. Aunque antes... cenamos.
¡Madre mía lo que cenamos!
Aún estoy lleno de todo lo que comimos en un restaurante en el monte desde donde se ve toda la ciudad. Aquella chuleta gigantesca y aquel codillo... uff. Sudores cada vez que pienso en ellos.
Menos mal que el Hotel estaba cerca y pronto nos fuimos a descansar.
22 de junio: Bilbao.
Tras pasar calor en Vitoria, más de treinta grados, el miércoles despertamos con menos de veinte y una lluvia tímida que agradecí sobre manera. Qué alegría de clima.
Nuria y yo desayunamos en el hotel donde después nos recogió Fernando, otro de los comerciales de la casa. Un gran tipo con el que disfruté muchísimo.
Los tres dimos un paseo por Bilbao hasta llegar a la librería Elkar. Allí más entrevistas, de Radio Euskadi, Gara, EFE... y conocí a Chantal, nuestra embajadora CPP en Vizcaya. Una chica majísima, que además, le encanta el deporte. Especialmente, el tenis y el básket. Los dos somos Nadalistas, aunque ella en grado máximo.
Sobre las dos, comimos en un restaurante italo-asiático. A mí la comida japonesa no me gusta, así que me decidí por unos canelones, que estaban bastante ricos. Desde que me intoxiqué con unas ostras hace unos años, no tolero nada que sabe un poco a mar.
Luego, cogimos el coche de Fernando y subimos hasta uno de los montes que rodea Bilbao para ver la ciudad desde arriba. Me entusiasmó la ciudad, que esperaba más grande y menos moderna. Es pequeña comparada con otras grandes capitales españolas, pero tiene un encanto especial. Volveré, sin duda.
A las 18.00 teníamos programada la presentación en la librería. Llegamos un poquito antes. Y mientras las chicas iban apareciendo y llenando las sillas, Chantal y yo nos quedamos un rato hablando de libros. Ha leído muchísimo. Y la envidio. Me encantaría tener tiempo para leer, pero ahora mismo es imposible. Cuando tenga un año tranquilo me dedicaré de nuevo a devorar novelas. Las de Laura Gallego serán las primeras. Tengo curiosidad. Apenas he leído libros juveniles, pero creo que va siendo hora de que me ponga al día, ya que me he metido en este mundo.
La charla con los chicos de Bilbao fue más movida que la de Vitoria, en especial, por un grupito de niñas de once años que estuvieron divertidísimas. Además, había unos chicos amigos de ellas, de la misma edad, que alborotaron un poco la sala.
A las 20.15 nos metieron prisa en la librería para que termináramos, que tenían que cerrar. Y fin a una nueva firma. La trigésimo no sé cuantos.
Nos despedimos de Chantal, después de hacernos unas fotitos y al hotel a descansar, no sin antes cenar un pincho de tortilla en un bar del centro.
Bilbao quedará dentro de mi cabeza como uno de los mejores lugares en los que he estado este año.
23 de junio: Pamplona
Jueves. Último día de la gira CPP. Y mirando atrás, parece que Valladolid, en diciembre, recién salido “¿Sabes que te quiero?” está a años luz. Y no, solo hace seis meses. Pero han pasado tantas cosas...
Nos levantamos tempranito. Desayunamos en el hotel, por cierto genial el nuevo Sercohotel de Bilbao, y en autobús para Pamplona.
Era raro que no pasara nada en este viaje. Demasiado tranquilo. Y de repente, me doy cuenta de que no llevo el carnet de identidad en la cartera. Falsa alarma. Abrí la maleta en medio de la estación de autobuses y en el bolsillo del pantalón que me puse dos días antes, allí estaba. Susto, nada más.
En Pamplona nos esperaba Aitor, que no había dormido mucho porque su hija de un mes, no le había dejado. Aprendí mucho de bebés en la conversación que él y Nuria mantuvieron mientras tomábamos un café en un local cercano a nuestro hotel en tierras navarras. Ya me tocará a mí algún día...
A las 13.30 habíamos quedado con Andrea, la embajadora CPP de Pamplona. Así que teníamos tiempo aún de pasear por la ciudad. Me enseñaron las calles por las que corren los toros en San Fermín. Incluso, entramos en la librería La casa del Libro y Carmelo, un tipo extraordinario, autor de Everest también, me regaló su libro sobre una de las fiestas más populares del país. No voy a engañar a nadie, no soy taurino y los San Fermines no los sigo. Pero este hombre me transmitió un buen rollo tan grande que lo acepté encantado. Hasta me hice una foto con él y le dediqué un marcapáginas para sus sobrina que es una gran seguidora de “Canciones para Paula”. Le regalaré el libro a mi padre, que sí que le encantan estos temas.
Con Andrea y Marta, su amiga que la acompañó, nos reunimos en el Gaucho, el restaurante de otro autor de Everest, que también me regaló dos libros dedicados. La verdad es que todo el mundo me trató fenomenal en Pamplona. Nos comimos unos pinchos riquísimos, especialmente el de roquefort, y nos tomamos un mosto (bueno, yo no. Yo agua, como siempre).
No estuvimos mucho tiempo en el Gaucho porque teníamos mesa reservada en Niza, un restaurante moderno donde comimos genial. Allí los cinco pasamos un rato muy agradable y me dio tiempo a conocer un poco más a Andrea, una chica extraordinaria y a su amiga Marta, que hizo de coembajadora. Gracias por todo, chicas.
Después de comer, caminata por Pamplona, mira que andamos en cada ciudad que visitamos, y al Corte Inglés donde teníamos la presentación. Nos fuimos con una hora y pico de antelación ya que Nuria había cerrado dos entrevistas.
Paula, del Diario de Noticias de Navarra, y Silvia, del Diario de Navarra, me entrevistaron. Al día siguiente, ambos medios sacaron una página cada uno con la noticia de la presentación de ¿Sabes que te quiero? en Pamplona. Siempre es bueno para nosotros salir en la prensa o en la radio. Esta vez, además, acudió la tele, Popular TV, que nos hizo unas preguntas a Andrea y a mí antes de empezar.
Cinco minutos antes de comenzar, solo había diez personas en la sala que nos había habilitado el Corte Inglés y tuve un poquito de miedo de que en la última firma de la gira no hubiera mucha gente. Sin embargo, poco a poco fueron llegando y Pamplona se convirtió en el lugar del Norte donde más seguidoras acudieron. Soy feliz con que solo una persona se acerque a nuestras firmas, pero ver las salas llenas, da un plus de motivación y de imagen.
A las 20.30 terminamos.
Era el final de la gira CPP.
Y con él un cúmulo de sensaciones contrapuestas. Felicidad por el trabajo bien hecho, tristeza por poner el cierre a una experiencia tan increíble, ansiedad porque ahora me toca escribir sin parar... muchas cosas.
Nos despedimos de Andrea, Marta y Aitor, y Nuria y yo nos fuimos al hotel. Como no tenían servicio de habitaciones, decidimos irnos a cenar a la calle. Subimos un momento a la habitación y mientras la esperaba vi por la puerta de cristal del hotel como pasaban cuatro de las chicas que habían ido a la presentación. Las saludé, hablamos y terminamos los seis cenando en un Pans de la ciudad. Fue un rato muy divertido con Nerea, Andrea, Amaya y Adriana.
A las 22.45 llegamos de nuevo al hotel y a dormir.
Antes me despedí de Nuria ya que cogíamos trenes diferentes a la vuelta y ya no nos volveremos a ver en el verano. Se ha portado genial conmigo y espero que la promoción de Cállame con un beso sea tan genial como ésta.
Y así transcurrió el final de la gira de firmas.
Estoy cansado aún. Son muchos viajes, muchas horas de tren, avión, esperas, entrevistas, firmas... ser el centro de atención desgasta, sobre todo para alguien introvertido y tímido como yo. Pero lo llevo lo mejor posible y con la mejor de las sonrisas. Espero haber estado a la altura.
Ahora empieza una nueva etapa: dos meses en los que me dedicaré en cuerpo, alma y pensamiento casi en exclusividad a Cállame con un beso. Será duro. Una agonía dulce. Pero merecerá la pena. Seguro que sí.
Hasta la próxima!
Etiquetas:
MIS VIAJES CON CANCIONES PARA PAULA (2011)
GIRA DE FIRMAS POR EL NORTE: FIN DEL TRAYECTO
El jueves 23 de junio cerré la gira de firmas que comenzamos allá por el lejano mes de diciembre: Valladolid, Gijón, Oviedo (dos veces), Valladolid, Alicante, Valencia, Salamanca, San Sebastián de los Reyes, Vigo, Logroño, Cáceres, Barcelona, Almería, Granada, Torredonjimeno, Sevilla (dos veces), Córdoba, Zaragoza, Madrid (cuatro veces), Vitoria, Bilbao y Pamplona. Es para no creérselo. Hace menos de dos años nadie sabía que existía, quien era yo, y publicar un libro era una quimera. Y unos meses más tarde he recorrido toda España firmando cientos de libros y recibiendo el cariño y el apoyo de los seguidores de las novelas. Es un sueño.
21 Junio: Vitoria.
Tengo que reconocer que antes de este viaje no la tenías todas conmigo. Estaba cansado de los miles de kilómetros que llevo hechos este año y lo que me apetecía era parar y centrarme en el nuevo libro. Así que cuando el martes me desperté a las seis de la mañana, recién llegado de otro viaje de varios días, lo que menos me apetecía era pasar otros tres días fuera de casa sin parar de un lado para otro.
Sin embargo, en cuanto llegué a Vitoria todo se me pasó y de nuevo afronté la experiencia con la mayor de las sonrisas.
No conocía ninguna de las ciudades a las que iba a ir en esta visita por el Norte. Y tengo que decir que las tres me encantaron. Además, la gente es muy noble, muy natural y se portó con nosotros de forma espectacular.
Le tengo que dar las gracias en primer lugar a la editorial Everest por darme esta oportunidad. No solo por estos últimos días, sino por haber apostado por mí durante estos meses. Después, a Nuria, que me ha acompañado en esta experiencia y tan bien se ha portado conmigo. Y finalmente, a los comerciales y delegados de cada zona. En esta ocasión, me permito particularizar en los tres que me han hecho la vida tan fácil en estos tres días: Aitor, José Ángel y Fernando. Tres personas sensacionales y con quienes lo he pasado fenomenal. Ha sido todo mejor gracia a ellos.
A Vitoria llegamos con prisas como siempre. Y después de una entrevista por teléfono para la COPE en el tren, cuando llegamos a la ciudad nos fuimos volando a los estudios de Onda Cero. Entrevista muy entretenida con Maider y para la librería Elkar, donde la tele local y el Diario de Noticias esperaban.
Esto de los medios de comunicación... soy licenciado en periodismo y suponía hace unos años que yo estaría en el otro lado. Sin embargo, me he acostumbrado bien a las entrevistas, las fotos... no es sencillo para alguien introvertido como yo. Pero comprendo que es parte del “trabajo” que ahora hago y lo intento llevar con la mayor naturalidad posible.
Tras una ligera comida con Aitor y Nuria, a base de ensaladas, revueltos y verduras, me quedé un rato haciendo cosas con el PC. Tenía material atrasado y necesitaba organizarme un poco. Aproveché el WIFI del lugar en el que comimos, mientras Nuria daba un paseo por la ciudad y Aitor solucionaba unos asuntos de trabajo.
Y a las 18.00 firma en Elkar.
Es sorprendente toda la gente que sigue yendo a las presentaciones. Incluidas tres madres, que en esta oportunidad, suplieron a sus hijas que estaban de viaje de fin de curso a Salou. A las chicas vitorianas les costó preguntar, pero luego en la firma fueron de las más simpáticas de todas las que han venido a las firmas. Hasta me llevé alguna idea para Cállame con un beso de un grupito de cuatro jovencitas a las que estoy muy agradecido. Gracias a todas!!!
Y no solo asistieron adolescentes, como se suele pensar. A las firmas cada vez vienen más universitarias!!
Fue un gran día.
Nada más terminar, cerca de las 20.30, nos esperaba José Ángel, que en coche nos llevó hasta Bilbao. Aunque antes... cenamos.
¡Madre mía lo que cenamos!
Aún estoy lleno de todo lo que comimos en un restaurante en el monte desde donde se ve toda la ciudad. Aquella chuleta gigantesca y aquel codillo... uff. Sudores cada vez que pienso en ellos.
Menos mal que el Hotel estaba cerca y pronto nos fuimos a descansar.
22 de junio: Bilbao.
Tras pasar calor en Vitoria, más de treinta grados, el miércoles despertamos con menos de veinte y una lluvia tímida que agradecí sobre manera. Qué alegría de clima.
Nuria y yo desayunamos en el hotel donde después nos recogió Fernando, otro de los comerciales de la casa. Un gran tipo con el que disfruté muchísimo.
Los tres dimos un paseo por Bilbao hasta llegar a la librería Elkar. Allí más entrevistas, de Radio Euskadi, Gara, EFE... y conocí a Chantal, nuestra embajadora CPP en Vizcaya. Una chica majísima, que además, le encanta el deporte. Especialmente, el tenis y el básket. Los dos somos Nadalistas, aunque ella en grado máximo.
Sobre las dos, comimos en un restaurante italo-asiático. A mí la comida japonesa no me gusta, así que me decidí por unos canelones, que estaban bastante ricos. Desde que me intoxiqué con unas ostras hace unos años, no tolero nada que sabe un poco a mar.
Luego, cogimos el coche de Fernando y subimos hasta uno de los montes que rodea Bilbao para ver la ciudad desde arriba. Me entusiasmó la ciudad, que esperaba más grande y menos moderna. Es pequeña comparada con otras grandes capitales españolas, pero tiene un encanto especial. Volveré, sin duda.
A las 18.00 teníamos programada la presentación en la librería. Llegamos un poquito antes. Y mientras las chicas iban apareciendo y llenando las sillas, Chantal y yo nos quedamos un rato hablando de libros. Ha leído muchísimo. Y la envidio. Me encantaría tener tiempo para leer, pero ahora mismo es imposible. Cuando tenga un año tranquilo me dedicaré de nuevo a devorar novelas. Las de Laura Gallego serán las primeras. Tengo curiosidad. Apenas he leído libros juveniles, pero creo que va siendo hora de que me ponga al día, ya que me he metido en este mundo.
La charla con los chicos de Bilbao fue más movida que la de Vitoria, en especial, por un grupito de niñas de once años que estuvieron divertidísimas. Además, había unos chicos amigos de ellas, de la misma edad, que alborotaron un poco la sala.
A las 20.15 nos metieron prisa en la librería para que termináramos, que tenían que cerrar. Y fin a una nueva firma. La trigésimo no sé cuantos.
Nos despedimos de Chantal, después de hacernos unas fotitos y al hotel a descansar, no sin antes cenar un pincho de tortilla en un bar del centro.
Bilbao quedará dentro de mi cabeza como uno de los mejores lugares en los que he estado este año.
23 de junio: Pamplona
Jueves. Último día de la gira CPP. Y mirando atrás, parece que Valladolid, en diciembre, recién salido “¿Sabes que te quiero?” está a años luz. Y no, solo hace seis meses. Pero han pasado tantas cosas...
Nos levantamos tempranito. Desayunamos en el hotel, por cierto genial el nuevo Sercohotel de Bilbao, y en autobús para Pamplona.
Era raro que no pasara nada en este viaje. Demasiado tranquilo. Y de repente, me doy cuenta de que no llevo el carnet de identidad en la cartera. Falsa alarma. Abrí la maleta en medio de la estación de autobuses y en el bolsillo del pantalón que me puse dos días antes, allí estaba. Susto, nada más.
En Pamplona nos esperaba Aitor, que no había dormido mucho porque su hija de un mes, no le había dejado. Aprendí mucho de bebés en la conversación que él y Nuria mantuvieron mientras tomábamos un café en un local cercano a nuestro hotel en tierras navarras. Ya me tocará a mí algún día...
A las 13.30 habíamos quedado con Andrea, la embajadora CPP de Pamplona. Así que teníamos tiempo aún de pasear por la ciudad. Me enseñaron las calles por las que corren los toros en San Fermín. Incluso, entramos en la librería La casa del Libro y Carmelo, un tipo extraordinario, autor de Everest también, me regaló su libro sobre una de las fiestas más populares del país. No voy a engañar a nadie, no soy taurino y los San Fermines no los sigo. Pero este hombre me transmitió un buen rollo tan grande que lo acepté encantado. Hasta me hice una foto con él y le dediqué un marcapáginas para sus sobrina que es una gran seguidora de “Canciones para Paula”. Le regalaré el libro a mi padre, que sí que le encantan estos temas.
Con Andrea y Marta, su amiga que la acompañó, nos reunimos en el Gaucho, el restaurante de otro autor de Everest, que también me regaló dos libros dedicados. La verdad es que todo el mundo me trató fenomenal en Pamplona. Nos comimos unos pinchos riquísimos, especialmente el de roquefort, y nos tomamos un mosto (bueno, yo no. Yo agua, como siempre).
No estuvimos mucho tiempo en el Gaucho porque teníamos mesa reservada en Niza, un restaurante moderno donde comimos genial. Allí los cinco pasamos un rato muy agradable y me dio tiempo a conocer un poco más a Andrea, una chica extraordinaria y a su amiga Marta, que hizo de coembajadora. Gracias por todo, chicas.
Después de comer, caminata por Pamplona, mira que andamos en cada ciudad que visitamos, y al Corte Inglés donde teníamos la presentación. Nos fuimos con una hora y pico de antelación ya que Nuria había cerrado dos entrevistas.
Paula, del Diario de Noticias de Navarra, y Silvia, del Diario de Navarra, me entrevistaron. Al día siguiente, ambos medios sacaron una página cada uno con la noticia de la presentación de ¿Sabes que te quiero? en Pamplona. Siempre es bueno para nosotros salir en la prensa o en la radio. Esta vez, además, acudió la tele, Popular TV, que nos hizo unas preguntas a Andrea y a mí antes de empezar.
Cinco minutos antes de comenzar, solo había diez personas en la sala que nos había habilitado el Corte Inglés y tuve un poquito de miedo de que en la última firma de la gira no hubiera mucha gente. Sin embargo, poco a poco fueron llegando y Pamplona se convirtió en el lugar del Norte donde más seguidoras acudieron. Soy feliz con que solo una persona se acerque a nuestras firmas, pero ver las salas llenas, da un plus de motivación y de imagen.
A las 20.30 terminamos.
Era el final de la gira CPP.
Y con él un cúmulo de sensaciones contrapuestas. Felicidad por el trabajo bien hecho, tristeza por poner el cierre a una experiencia tan increíble, ansiedad porque ahora me toca escribir sin parar... muchas cosas.
Nos despedimos de Andrea, Marta y Aitor, y Nuria y yo nos fuimos al hotel. Como no tenían servicio de habitaciones, decidimos irnos a cenar a la calle. Subimos un momento a la habitación y mientras la esperaba vi por la puerta de cristal del hotel como pasaban cuatro de las chicas que habían ido a la presentación. Las saludé, hablamos y terminamos los seis cenando en un Pans de la ciudad. Fue un rato muy divertido con Nerea, Andrea, Amaya y Adriana.
A las 22.45 llegamos de nuevo al hotel y a dormir.
Antes me despedí de Nuria ya que cogíamos trenes diferentes a la vuelta y ya no nos volveremos a ver en el verano. Se ha portado genial conmigo y espero que la promoción de Cállame con un beso sea tan genial como ésta.
Y así transcurrió el final de la gira de firmas.
Estoy cansado aún. Son muchos viajes, muchas horas de tren, avión, esperas, entrevistas, firmas... ser el centro de atención desgasta, sobre todo para alguien introvertido y tímido como yo. Pero lo llevo lo mejor posible y con la mejor de las sonrisas. Espero haber estado a la altura.
Ahora empieza una nueva etapa: dos meses en los que me dedicaré en cuerpo, alma y pensamiento casi en exclusividad a Cállame con un beso. Será duro. Una agonía dulce. Pero merecerá la pena. Seguro que sí.
Hasta la próxima!
21 Junio: Vitoria.
Tengo que reconocer que antes de este viaje no la tenías todas conmigo. Estaba cansado de los miles de kilómetros que llevo hechos este año y lo que me apetecía era parar y centrarme en el nuevo libro. Así que cuando el martes me desperté a las seis de la mañana, recién llegado de otro viaje de varios días, lo que menos me apetecía era pasar otros tres días fuera de casa sin parar de un lado para otro.
Sin embargo, en cuanto llegué a Vitoria todo se me pasó y de nuevo afronté la experiencia con la mayor de las sonrisas.
No conocía ninguna de las ciudades a las que iba a ir en esta visita por el Norte. Y tengo que decir que las tres me encantaron. Además, la gente es muy noble, muy natural y se portó con nosotros de forma espectacular.
Le tengo que dar las gracias en primer lugar a la editorial Everest por darme esta oportunidad. No solo por estos últimos días, sino por haber apostado por mí durante estos meses. Después, a Nuria, que me ha acompañado en esta experiencia y tan bien se ha portado conmigo. Y finalmente, a los comerciales y delegados de cada zona. En esta ocasión, me permito particularizar en los tres que me han hecho la vida tan fácil en estos tres días: Aitor, José Ángel y Fernando. Tres personas sensacionales y con quienes lo he pasado fenomenal. Ha sido todo mejor gracia a ellos.
A Vitoria llegamos con prisas como siempre. Y después de una entrevista por teléfono para la COPE en el tren, cuando llegamos a la ciudad nos fuimos volando a los estudios de Onda Cero. Entrevista muy entretenida con Maider y para la librería Elkar, donde la tele local y el Diario de Noticias esperaban.
Esto de los medios de comunicación... soy licenciado en periodismo y suponía hace unos años que yo estaría en el otro lado. Sin embargo, me he acostumbrado bien a las entrevistas, las fotos... no es sencillo para alguien introvertido como yo. Pero comprendo que es parte del “trabajo” que ahora hago y lo intento llevar con la mayor naturalidad posible.
Tras una ligera comida con Aitor y Nuria, a base de ensaladas, revueltos y verduras, me quedé un rato haciendo cosas con el PC. Tenía material atrasado y necesitaba organizarme un poco. Aproveché el WIFI del lugar en el que comimos, mientras Nuria daba un paseo por la ciudad y Aitor solucionaba unos asuntos de trabajo.
Y a las 18.00 firma en Elkar.
Es sorprendente toda la gente que sigue yendo a las presentaciones. Incluidas tres madres, que en esta oportunidad, suplieron a sus hijas que estaban de viaje de fin de curso a Salou. A las chicas vitorianas les costó preguntar, pero luego en la firma fueron de las más simpáticas de todas las que han venido a las firmas. Hasta me llevé alguna idea para Cállame con un beso de un grupito de cuatro jovencitas a las que estoy muy agradecido. Gracias a todas!!!
Y no solo asistieron adolescentes, como se suele pensar. A las firmas cada vez vienen más universitarias!!
Fue un gran día.
Nada más terminar, cerca de las 20.30, nos esperaba José Ángel, que en coche nos llevó hasta Bilbao. Aunque antes... cenamos.
¡Madre mía lo que cenamos!
Aún estoy lleno de todo lo que comimos en un restaurante en el monte desde donde se ve toda la ciudad. Aquella chuleta gigantesca y aquel codillo... uff. Sudores cada vez que pienso en ellos.
Menos mal que el Hotel estaba cerca y pronto nos fuimos a descansar.
22 de junio: Bilbao.
Tras pasar calor en Vitoria, más de treinta grados, el miércoles despertamos con menos de veinte y una lluvia tímida que agradecí sobre manera. Qué alegría de clima.
Nuria y yo desayunamos en el hotel donde después nos recogió Fernando, otro de los comerciales de la casa. Un gran tipo con el que disfruté muchísimo.
Los tres dimos un paseo por Bilbao hasta llegar a la librería Elkar. Allí más entrevistas, de Radio Euskadi, Gara, EFE... y conocí a Chantal, nuestra embajadora CPP en Vizcaya. Una chica majísima, que además, le encanta el deporte. Especialmente, el tenis y el básket. Los dos somos Nadalistas, aunque ella en grado máximo.
Sobre las dos, comimos en un restaurante italo-asiático. A mí la comida japonesa no me gusta, así que me decidí por unos canelones, que estaban bastante ricos. Desde que me intoxiqué con unas ostras hace unos años, no tolero nada que sabe un poco a mar.
Luego, cogimos el coche de Fernando y subimos hasta uno de los montes que rodea Bilbao para ver la ciudad desde arriba. Me entusiasmó la ciudad, que esperaba más grande y menos moderna. Es pequeña comparada con otras grandes capitales españolas, pero tiene un encanto especial. Volveré, sin duda.
A las 18.00 teníamos programada la presentación en la librería. Llegamos un poquito antes. Y mientras las chicas iban apareciendo y llenando las sillas, Chantal y yo nos quedamos un rato hablando de libros. Ha leído muchísimo. Y la envidio. Me encantaría tener tiempo para leer, pero ahora mismo es imposible. Cuando tenga un año tranquilo me dedicaré de nuevo a devorar novelas. Las de Laura Gallego serán las primeras. Tengo curiosidad. Apenas he leído libros juveniles, pero creo que va siendo hora de que me ponga al día, ya que me he metido en este mundo.
La charla con los chicos de Bilbao fue más movida que la de Vitoria, en especial, por un grupito de niñas de once años que estuvieron divertidísimas. Además, había unos chicos amigos de ellas, de la misma edad, que alborotaron un poco la sala.
A las 20.15 nos metieron prisa en la librería para que termináramos, que tenían que cerrar. Y fin a una nueva firma. La trigésimo no sé cuantos.
Nos despedimos de Chantal, después de hacernos unas fotitos y al hotel a descansar, no sin antes cenar un pincho de tortilla en un bar del centro.
Bilbao quedará dentro de mi cabeza como uno de los mejores lugares en los que he estado este año.
23 de junio: Pamplona
Jueves. Último día de la gira CPP. Y mirando atrás, parece que Valladolid, en diciembre, recién salido “¿Sabes que te quiero?” está a años luz. Y no, solo hace seis meses. Pero han pasado tantas cosas...
Nos levantamos tempranito. Desayunamos en el hotel, por cierto genial el nuevo Sercohotel de Bilbao, y en autobús para Pamplona.
Era raro que no pasara nada en este viaje. Demasiado tranquilo. Y de repente, me doy cuenta de que no llevo el carnet de identidad en la cartera. Falsa alarma. Abrí la maleta en medio de la estación de autobuses y en el bolsillo del pantalón que me puse dos días antes, allí estaba. Susto, nada más.
En Pamplona nos esperaba Aitor, que no había dormido mucho porque su hija de un mes, no le había dejado. Aprendí mucho de bebés en la conversación que él y Nuria mantuvieron mientras tomábamos un café en un local cercano a nuestro hotel en tierras navarras. Ya me tocará a mí algún día...
A las 13.30 habíamos quedado con Andrea, la embajadora CPP de Pamplona. Así que teníamos tiempo aún de pasear por la ciudad. Me enseñaron las calles por las que corren los toros en San Fermín. Incluso, entramos en la librería La casa del Libro y Carmelo, un tipo extraordinario, autor de Everest también, me regaló su libro sobre una de las fiestas más populares del país. No voy a engañar a nadie, no soy taurino y los San Fermines no los sigo. Pero este hombre me transmitió un buen rollo tan grande que lo acepté encantado. Hasta me hice una foto con él y le dediqué un marcapáginas para sus sobrina que es una gran seguidora de “Canciones para Paula”. Le regalaré el libro a mi padre, que sí que le encantan estos temas.
Con Andrea y Marta, su amiga que la acompañó, nos reunimos en el Gaucho, el restaurante de otro autor de Everest, que también me regaló dos libros dedicados. La verdad es que todo el mundo me trató fenomenal en Pamplona. Nos comimos unos pinchos riquísimos, especialmente el de roquefort, y nos tomamos un mosto (bueno, yo no. Yo agua, como siempre).
No estuvimos mucho tiempo en el Gaucho porque teníamos mesa reservada en Niza, un restaurante moderno donde comimos genial. Allí los cinco pasamos un rato muy agradable y me dio tiempo a conocer un poco más a Andrea, una chica extraordinaria y a su amiga Marta, que hizo de coembajadora. Gracias por todo, chicas.
Después de comer, caminata por Pamplona, mira que andamos en cada ciudad que visitamos, y al Corte Inglés donde teníamos la presentación. Nos fuimos con una hora y pico de antelación ya que Nuria había cerrado dos entrevistas.
Paula, del Diario de Noticias de Navarra, y Silvia, del Diario de Navarra, me entrevistaron. Al día siguiente, ambos medios sacaron una página cada uno con la noticia de la presentación de ¿Sabes que te quiero? en Pamplona. Siempre es bueno para nosotros salir en la prensa o en la radio. Esta vez, además, acudió la tele, Popular TV, que nos hizo unas preguntas a Andrea y a mí antes de empezar.
Cinco minutos antes de comenzar, solo había diez personas en la sala que nos había habilitado el Corte Inglés y tuve un poquito de miedo de que en la última firma de la gira no hubiera mucha gente. Sin embargo, poco a poco fueron llegando y Pamplona se convirtió en el lugar del Norte donde más seguidoras acudieron. Soy feliz con que solo una persona se acerque a nuestras firmas, pero ver las salas llenas, da un plus de motivación y de imagen.
A las 20.30 terminamos.
Era el final de la gira CPP.
Y con él un cúmulo de sensaciones contrapuestas. Felicidad por el trabajo bien hecho, tristeza por poner el cierre a una experiencia tan increíble, ansiedad porque ahora me toca escribir sin parar... muchas cosas.
Nos despedimos de Andrea, Marta y Aitor, y Nuria y yo nos fuimos al hotel. Como no tenían servicio de habitaciones, decidimos irnos a cenar a la calle. Subimos un momento a la habitación y mientras la esperaba vi por la puerta de cristal del hotel como pasaban cuatro de las chicas que habían ido a la presentación. Las saludé, hablamos y terminamos los seis cenando en un Pans de la ciudad. Fue un rato muy divertido con Nerea, Andrea, Amaya y Adriana.
A las 22.45 llegamos de nuevo al hotel y a dormir.
Antes me despedí de Nuria ya que cogíamos trenes diferentes a la vuelta y ya no nos volveremos a ver en el verano. Se ha portado genial conmigo y espero que la promoción de Cállame con un beso sea tan genial como ésta.
Y así transcurrió el final de la gira de firmas.
Estoy cansado aún. Son muchos viajes, muchas horas de tren, avión, esperas, entrevistas, firmas... ser el centro de atención desgasta, sobre todo para alguien introvertido y tímido como yo. Pero lo llevo lo mejor posible y con la mejor de las sonrisas. Espero haber estado a la altura.
Ahora empieza una nueva etapa: dos meses en los que me dedicaré en cuerpo, alma y pensamiento casi en exclusividad a Cállame con un beso. Será duro. Una agonía dulce. Pero merecerá la pena. Seguro que sí.
Hasta la próxima!
Etiquetas:
MIS VIAJES CON CANCIONES PARA PAULA (2011)
lunes, 13 de junio de 2011
ESPECTACULAR CIERRE A LA FERIA DEL LIBRO DE MADRID
Si soy sincero, no me esperaba para nada que viniera tanta gente. El sábado era cuando tenía previsto que se llenara el Pabellón de Círculo de Lectores y que hubiera una gran cola en la firma, pero el domingo no estaba en mis planes como algo tan grande.
Sin embargo, el cierre de la feria del libro de Madrid en la caseta de FNAC, ha sido uno de los días más bonitos que recuerdo en toda mi vida.
Y menos mal. Porque tenía un sabor de boca amargo del sábado por todo lo que había pasado. Hay cosas que no comprendo todavía.
El domingo había más gente aún, lo he comprobado en las firmas de mi libreta, tenía menos tiempo, y sin embargo no se puede comparar como me sentí un día al otro. Nadie me metió prisa con ninguna seguidora, nadie me dijo que no me hiciera ninguna foto o que la hiciera yo, nadie me cronometró cuanto tardaba con cada chico y todo fue fenomenal. Ni un solo guarda de seguridad me dijo nada y en la caseta de FNAC todo eran buenas palabras y sonrisas. ¿Por qué no pudo ser así el sábado?
Creo que tengo la respuesta, pero prefiero guardármela. Y dar las gracias tanto a la gente que fue el sábado como a la que fue el domingo y a todas las personas que han colaborado para que este fin de semana haya sido así.
Solo dejo un mensaje: LOS MÁS IMPORTANTES SON LOS SEGUIDORES. Ellos vienen, hacen colas, se gastan su dinero (20 euros son muchos euros) y además, todos los que han venido el sábado y el domingo han tenido un comportamiento de diez. Ni una mala cara, ni una queja por la cola, nada. Y si un chico o una chica, hace una cola de dos horas, pasando calor y tiene la ilusión de venir a algo así... no se le puede decir que no se pueden hacer una foto o que se den prisa firmando o cronometrar cuanto tiempo tardo en firmarles. Espero que esto no pase nunca más porque si el domingo ha sido uno de los mejores días de mi vida, el sábado cuando llegué a mi casa me sentía fatal.
GRACIAS, con mayúsculas, a FNAC, a Mercedes y todas las personas que estaban en la caseta. Me sentí fenomenal. Gracias por permitirme estar 50 minutos más de lo que estaba programado, por como me tratasteis y por comprender todo lo que he puesto arriba. Además, me hace muchísima ilusión colaborar en lo que me dijisteis para Septiembre. Estaré encantado!!!
Gracias también a Javier Urra, por sus palabras de ánimo y sus felicitaciones. Significa mucho para mí que personas como él, hablar tan bien de nuestra aventura. Y también a Santiago García-Clairac por acercarse a saludarme. También a Elena, Bea, Marimar, Marru, Paloma la embajadora...
Hoy sí estoy muy feliz. Lo de ayer fue algo inenarrable. No consiste en tener igual o más gente en la cola, ni compararme con autores como Moccia o Laura Gallego, dos grandes de la literatura juvenil, de los que tengo y debo aprender. Por cierto, gracias a Laura por su simpatía cuando me acerqué a saludarla. Esto no es una competición de autores y yo acabo de empezar en esto. Me siento afortunadísimo de vivir lo que estoy viviendo y de aprender cada día un poquito más. Ellos son unos cracks, venden millones de libros por todo el mundo y me siento muy halagado de algunos comentarios que recibí ayer. Pero hay que seguir con los pies en el suelo, pelear mucho por las cosas, ser humildes y entender que la vida es una cuestión de rachas. Me toca una dulce y hay que continuar trabajando mucho para que dure el máximo tiempo posible.
Y dejo el final para vosotros. Los importantes de esto. Millones de gracias chicos. Algunos vinisteis los dos días, solo me falta firmaros los calcetines. Gracias. A las clásicas, a las chicas del twitter, a las granizados, a las que vinisteis de otras ciudades, de los alrededores de la capital, a los que hicisteis dos horas de cola pasando calor, a los que fuisteis a la feria del libro de Madrid solo para mi firma. A todos. Porque esta historia existe gracias a vosotros. Y mientras, que vosotros queráis, seguirá adelante.
Próxima parada Vitoria, Bilbao y Pamplona.
Sin embargo, el cierre de la feria del libro de Madrid en la caseta de FNAC, ha sido uno de los días más bonitos que recuerdo en toda mi vida.
Y menos mal. Porque tenía un sabor de boca amargo del sábado por todo lo que había pasado. Hay cosas que no comprendo todavía.
El domingo había más gente aún, lo he comprobado en las firmas de mi libreta, tenía menos tiempo, y sin embargo no se puede comparar como me sentí un día al otro. Nadie me metió prisa con ninguna seguidora, nadie me dijo que no me hiciera ninguna foto o que la hiciera yo, nadie me cronometró cuanto tardaba con cada chico y todo fue fenomenal. Ni un solo guarda de seguridad me dijo nada y en la caseta de FNAC todo eran buenas palabras y sonrisas. ¿Por qué no pudo ser así el sábado?
Creo que tengo la respuesta, pero prefiero guardármela. Y dar las gracias tanto a la gente que fue el sábado como a la que fue el domingo y a todas las personas que han colaborado para que este fin de semana haya sido así.
Solo dejo un mensaje: LOS MÁS IMPORTANTES SON LOS SEGUIDORES. Ellos vienen, hacen colas, se gastan su dinero (20 euros son muchos euros) y además, todos los que han venido el sábado y el domingo han tenido un comportamiento de diez. Ni una mala cara, ni una queja por la cola, nada. Y si un chico o una chica, hace una cola de dos horas, pasando calor y tiene la ilusión de venir a algo así... no se le puede decir que no se pueden hacer una foto o que se den prisa firmando o cronometrar cuanto tiempo tardo en firmarles. Espero que esto no pase nunca más porque si el domingo ha sido uno de los mejores días de mi vida, el sábado cuando llegué a mi casa me sentía fatal.
GRACIAS, con mayúsculas, a FNAC, a Mercedes y todas las personas que estaban en la caseta. Me sentí fenomenal. Gracias por permitirme estar 50 minutos más de lo que estaba programado, por como me tratasteis y por comprender todo lo que he puesto arriba. Además, me hace muchísima ilusión colaborar en lo que me dijisteis para Septiembre. Estaré encantado!!!
Gracias también a Javier Urra, por sus palabras de ánimo y sus felicitaciones. Significa mucho para mí que personas como él, hablar tan bien de nuestra aventura. Y también a Santiago García-Clairac por acercarse a saludarme. También a Elena, Bea, Marimar, Marru, Paloma la embajadora...
Hoy sí estoy muy feliz. Lo de ayer fue algo inenarrable. No consiste en tener igual o más gente en la cola, ni compararme con autores como Moccia o Laura Gallego, dos grandes de la literatura juvenil, de los que tengo y debo aprender. Por cierto, gracias a Laura por su simpatía cuando me acerqué a saludarla. Esto no es una competición de autores y yo acabo de empezar en esto. Me siento afortunadísimo de vivir lo que estoy viviendo y de aprender cada día un poquito más. Ellos son unos cracks, venden millones de libros por todo el mundo y me siento muy halagado de algunos comentarios que recibí ayer. Pero hay que seguir con los pies en el suelo, pelear mucho por las cosas, ser humildes y entender que la vida es una cuestión de rachas. Me toca una dulce y hay que continuar trabajando mucho para que dure el máximo tiempo posible.
Y dejo el final para vosotros. Los importantes de esto. Millones de gracias chicos. Algunos vinisteis los dos días, solo me falta firmaros los calcetines. Gracias. A las clásicas, a las chicas del twitter, a las granizados, a las que vinisteis de otras ciudades, de los alrededores de la capital, a los que hicisteis dos horas de cola pasando calor, a los que fuisteis a la feria del libro de Madrid solo para mi firma. A todos. Porque esta historia existe gracias a vosotros. Y mientras, que vosotros queráis, seguirá adelante.
Próxima parada Vitoria, Bilbao y Pamplona.
Etiquetas:
MIS VIAJES CON CANCIONES PARA PAULA (2011)
PRIMER DÍA DE UN FIN DE SEMANA INOLVIDABLE. MADRID 2011
Ayer fue un día para no olvidar. No solo lo digo por lo bueno, sino también por ciertas cosas que pasaron y que esta vez no quiero dejar pasar por alto.
Pero voy a empezar por lo positivo. Y lo mejor de toda esta aventura sois los seguidores de las novelas. No tengo palabras para agradeceros todo lo que sucedió ayer. No sé cuanta gente fue a la Fiesta CPP y luego a la firma, pero sobrepasó todos los pronósticos. Menos los míos. Sé como sois y lo que me habíais contado estas semanas. Y cumplisteis mis expectativas. Llenamos el pabellón Círculo de Lectores y luego todos fuisteis muy amables conmigo en la firma. Millones de gracias, chicos. Si en este momento estoy animado es por vosotros.
Además, el comportamiento de todos fue ejemplar. Ni un solo problema, ni una mala cara por la cola increíble que hubo, todos simpatiquísimos y comprensivos en la firma. Espectacular todos. Y no es fácil que no haya ni un solo percance con tantas y tantas personas que asististeis, primero a la fiesta CPP y luego a la firma en la caseta de Everest.
Sin embargo, fue la firma en la que peor lo pasé yo. Y no tenía que haber sido así. Hoy sigo sin sentirme bien, porque era realmente un día para disfrutar. Todo eso que se generó es fruto de un trabajo increíble, de horas y horas de dedicación. Y ayer era el día para mirar, disfrutar y saborear lo que entre todos hemos conseguido: Que esta aventura de Canciones para Paula se haya convertido en algo tan bonito y tan ilusionante.
Pido perdón (En mi nombre, que es por lo único que puedo hacerme responsable) por la letra de mis firmas, por el poco tiempo que cada uno tuvisteis para “hablar” conmigo, por no poder hacerme fotos con todos, porque algunos os quedarais sin el libro de “Canciones para Paula” ya que no había en nuestra caseta de Everest desde una hora antes de acabar la firma, por si os faltó alguno de los regalitos que también se agotaron... y sobre todo, por si no estuve tan cercano con vosotros como suelo estar en las firmas. Eso es lo que más me fastidia de todo.
Las circunstancias no fueron las mejores. Me pedían cada dos por tres que me diera prisa, que nada de fotos, los de seguridad hasta me medían el tiempo de cada firma... y fue muy difícil para mí hacer las cosas de esta manera. A mí no me hubiera importado terminar la firma en un banco del Retiro. Sé solo lo que me dijeron: que a las 21.30 las casetas cierran (aunque he visto muchas veces casetas de autores importantes abiertas a las 21.45 y cerca de las 22.00). No sé si hay que avisar, o hay que prever las cosas o hay que anticiparse. O si nadie imaginó que podíais ir tantos. Yo sí que lo había pensado porque soy el que trata con vosotros. Pero ayer me sentí... un poco solo en todo esto.
Tampoco soy un autor de renombre, o alguien que se imponga. Solo soy un tal Blue Jeans, que escribe para jóvenes. Creo que no nos dieron importancia ayer. Es fácil que alguien de seguridad se dirija a mí y me diga que me dé prisa o que me informen de que hay amenazas de que si no me doy prisa dejan a media cola fuera... ¿Falta de previsión? Ni idea. No veo yo a dos tipos de seguridad acercándose a Antonio Gala, Ken Follet o Federico Moccia, y le diga algo así. Y no me comparo con ellos, ni mucho menos. Estoy a años luz. Pero ayer, vosotros, sí vosotros, hicisteis que nuestra historia, pudiera compararse en importancia a sus historias.
¿Qué pasa que es la primera vez que ven una gran fila en una caseta? ¿A todos les dicen que no se hagan fotos con los seguidores o te desafían con la mirada?
Y vuelvo a decir que me sentí un poco solo en todo esto.
Con tanta presión y tan exigido no se pueden hacer las cosas bien.
Algunos vinisteis desde Cáceres, Albacete, Coruña, Segovia, alrededores de Madrid... solo a verme. Hicisteis dos horas de cola. Para luego llegar hasta a mí y “despacharos” en medio minuto, deciros que no se pueden hacer fotos y escribiros algo en vuestros libros que muchas veces no sé si tenía sentido o no”. Lo siento.
Prefiero no firmar más, que hacer las cosas así. Y lo digo con total sinceridad.
Prefiero invitaros a todos un día en una cafetería y firmar tranquilamente, que ir a un sitio y trataros de esta manera. Quizá esté diciendo una tontería, pero ya han pasado unas horas desde que pasó todo esto, y en frío sigo creyendo que ayer, no estuvimos a vuestra altura.
Siento tener que escribir esto. Pero no podía dejarlo pasar por alto. Es el primer problema que tengo en un evento así, pero ha sido en el día clave.
Por lo demás, la mañana fue mejor de lo esperado. No hice publicidad en internet para concentrar todo por la tarde. Sin embargo, firmé más de 50 libros de 12 a 14.30.
Al medio día hice una entrevista muy divertida con Alba y su madre. No os la perdáis!
La fiesta CPP fue un éxito. Leímos el primer capítulo de “Cállame con un beso”, jugamos al Trivial y contesté las preguntas que me hicieron. Mil gracias a Alba, una de las ganadoras del concurso “Un libro y un café” y también a nuestra super embajadora, Paloma, que lo hizo fenomenal. También doy las gracias a Paula Dalli por acercarse a la caseta y pasar con nosotros una hora allí, después de venir de su firma. Eres una persona sensacional, Paula y te mereces todo lo bueno que te está pasando. Siento no haber podido hablar un ratito contigo. Ni siquiera nos hicimos una foto!
Y nada más. Hoy firmo de 19.00 a 21.00 en la caseta de FNAC y espero divertirme y sobre todo que vosotros os divirtáis.
Porque sois vosotros, los que realmente, tenéis importancia en todo esto. Los que pagáis veinte eurazos por cada libro, los que guardáis las colas, los que animáis, los que me escribís, los que me apoyáis con vuestros comentarios... y por vosotros es por lo que todo esto merece la pena.
Pero voy a empezar por lo positivo. Y lo mejor de toda esta aventura sois los seguidores de las novelas. No tengo palabras para agradeceros todo lo que sucedió ayer. No sé cuanta gente fue a la Fiesta CPP y luego a la firma, pero sobrepasó todos los pronósticos. Menos los míos. Sé como sois y lo que me habíais contado estas semanas. Y cumplisteis mis expectativas. Llenamos el pabellón Círculo de Lectores y luego todos fuisteis muy amables conmigo en la firma. Millones de gracias, chicos. Si en este momento estoy animado es por vosotros.
Además, el comportamiento de todos fue ejemplar. Ni un solo problema, ni una mala cara por la cola increíble que hubo, todos simpatiquísimos y comprensivos en la firma. Espectacular todos. Y no es fácil que no haya ni un solo percance con tantas y tantas personas que asististeis, primero a la fiesta CPP y luego a la firma en la caseta de Everest.
Sin embargo, fue la firma en la que peor lo pasé yo. Y no tenía que haber sido así. Hoy sigo sin sentirme bien, porque era realmente un día para disfrutar. Todo eso que se generó es fruto de un trabajo increíble, de horas y horas de dedicación. Y ayer era el día para mirar, disfrutar y saborear lo que entre todos hemos conseguido: Que esta aventura de Canciones para Paula se haya convertido en algo tan bonito y tan ilusionante.
Pido perdón (En mi nombre, que es por lo único que puedo hacerme responsable) por la letra de mis firmas, por el poco tiempo que cada uno tuvisteis para “hablar” conmigo, por no poder hacerme fotos con todos, porque algunos os quedarais sin el libro de “Canciones para Paula” ya que no había en nuestra caseta de Everest desde una hora antes de acabar la firma, por si os faltó alguno de los regalitos que también se agotaron... y sobre todo, por si no estuve tan cercano con vosotros como suelo estar en las firmas. Eso es lo que más me fastidia de todo.
Las circunstancias no fueron las mejores. Me pedían cada dos por tres que me diera prisa, que nada de fotos, los de seguridad hasta me medían el tiempo de cada firma... y fue muy difícil para mí hacer las cosas de esta manera. A mí no me hubiera importado terminar la firma en un banco del Retiro. Sé solo lo que me dijeron: que a las 21.30 las casetas cierran (aunque he visto muchas veces casetas de autores importantes abiertas a las 21.45 y cerca de las 22.00). No sé si hay que avisar, o hay que prever las cosas o hay que anticiparse. O si nadie imaginó que podíais ir tantos. Yo sí que lo había pensado porque soy el que trata con vosotros. Pero ayer me sentí... un poco solo en todo esto.
Tampoco soy un autor de renombre, o alguien que se imponga. Solo soy un tal Blue Jeans, que escribe para jóvenes. Creo que no nos dieron importancia ayer. Es fácil que alguien de seguridad se dirija a mí y me diga que me dé prisa o que me informen de que hay amenazas de que si no me doy prisa dejan a media cola fuera... ¿Falta de previsión? Ni idea. No veo yo a dos tipos de seguridad acercándose a Antonio Gala, Ken Follet o Federico Moccia, y le diga algo así. Y no me comparo con ellos, ni mucho menos. Estoy a años luz. Pero ayer, vosotros, sí vosotros, hicisteis que nuestra historia, pudiera compararse en importancia a sus historias.
¿Qué pasa que es la primera vez que ven una gran fila en una caseta? ¿A todos les dicen que no se hagan fotos con los seguidores o te desafían con la mirada?
Y vuelvo a decir que me sentí un poco solo en todo esto.
Con tanta presión y tan exigido no se pueden hacer las cosas bien.
Algunos vinisteis desde Cáceres, Albacete, Coruña, Segovia, alrededores de Madrid... solo a verme. Hicisteis dos horas de cola. Para luego llegar hasta a mí y “despacharos” en medio minuto, deciros que no se pueden hacer fotos y escribiros algo en vuestros libros que muchas veces no sé si tenía sentido o no”. Lo siento.
Prefiero no firmar más, que hacer las cosas así. Y lo digo con total sinceridad.
Prefiero invitaros a todos un día en una cafetería y firmar tranquilamente, que ir a un sitio y trataros de esta manera. Quizá esté diciendo una tontería, pero ya han pasado unas horas desde que pasó todo esto, y en frío sigo creyendo que ayer, no estuvimos a vuestra altura.
Siento tener que escribir esto. Pero no podía dejarlo pasar por alto. Es el primer problema que tengo en un evento así, pero ha sido en el día clave.
Por lo demás, la mañana fue mejor de lo esperado. No hice publicidad en internet para concentrar todo por la tarde. Sin embargo, firmé más de 50 libros de 12 a 14.30.
Al medio día hice una entrevista muy divertida con Alba y su madre. No os la perdáis!
La fiesta CPP fue un éxito. Leímos el primer capítulo de “Cállame con un beso”, jugamos al Trivial y contesté las preguntas que me hicieron. Mil gracias a Alba, una de las ganadoras del concurso “Un libro y un café” y también a nuestra super embajadora, Paloma, que lo hizo fenomenal. También doy las gracias a Paula Dalli por acercarse a la caseta y pasar con nosotros una hora allí, después de venir de su firma. Eres una persona sensacional, Paula y te mereces todo lo bueno que te está pasando. Siento no haber podido hablar un ratito contigo. Ni siquiera nos hicimos una foto!
Y nada más. Hoy firmo de 19.00 a 21.00 en la caseta de FNAC y espero divertirme y sobre todo que vosotros os divirtáis.
Porque sois vosotros, los que realmente, tenéis importancia en todo esto. Los que pagáis veinte eurazos por cada libro, los que guardáis las colas, los que animáis, los que me escribís, los que me apoyáis con vuestros comentarios... y por vosotros es por lo que todo esto merece la pena.
Etiquetas:
MIS VIAJES CON CANCIONES PARA PAULA (2011)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)